La
confusión sobre el uso de este término puede llegar a rayar en
ridículos extremos. Por ejemplo, uno de los primeros argumentos que
un unicitario puede llegar a utilizar es que “Dios” no es un
nombre propio, de igual forma ni Padre o Hijo lo son, y por esa
razón, no son personas. En una ocasión hablando con un Solo Jesús
recordé el nombre de un periodista de CNN; se llama Rey Rodríguez,
le pregunté primero si “Rey” era nombre y lógicamente me dio la
repuesta esperada: es un título; llegado este punto le dije que
pasaría en el caso de Rey Rodríguez y, con una mezcla de sorpresa e
indignación, me contestó “eso está mal, no debería ser así”.
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